Los audífonos para niños son de colores por fuera y vienen con un seguro para la pila, para que no puedan abrir el portapilas y haya problemas de ingesta. Tienen, además, unos circuitos limitadores de ruidos muy específicos y compatibles con los equipos de frecuencia modulada que puede necesitar el niño en el cole. Hay muy pocos audífonos que sean malos para un niño. Lo importante son las pruebas porque los pequeños colaboran de manera limitada y hay que conocer cómo funcionan, jugar mucho con ellos a la hora de hacer las audiometrías. Y nunca sobreamplificarlos para que oigan los mosquitos en la mano.